Marxista Bizarro V: Sobre amistad, relaciones de producción, patriarcado y las posibilidades de egresar de la dominación.

 


Marxista Bizarro V: Sobre amistad, relaciones de producción, patriarcado y las posibilidades de egresar de la dominación.

 

[Durante estos meses he perdido la movilidad de una mano, escribo esto en condiciones de recuperación, la amistad me ha salvado de nuevo]

 

Había pausado un poco la escritura de esta última entrega de lo que nombrado “teoría anecdótica”, que si bien solo lo he enunciado de forma implícita no lo he argumentado de forma explícita. Dar por hecho que la gente entiende es no decir gran cosa, en fin, seré breve, no quiero aburrirles.

¿Qué es teoría anecdótica? Es un método de reflexión sobre la vida cotidiana bajo el capitalismo, nuestra conciencia se forma en condiciones sociales históricas específicas, no somos entes abstractos, somos seres concretos de carne y hueso, que sufren y padecen enfermedades, al tiempo que se alegran y deprimen por la vida o la muerte.

En este sentido la anécdota es funcional, cada quien puede habilitar su dispositivo narrativo para entenderse a sí mismo y todo lo demás. La narrativa es una estrategia argumentativa que traspasa el mero efecto literario, lo que implica la experiencia y la vivencialidad. Desde este punto de partida es como podemos narrarnos en un contexto histórico que se mueve en lo dado, la realidad parece única y sin cuestionamiento alguno. Sin embargo, el ser humano como animal puede entenderse tanto en lo racional como lo irracionalidad, puede estructurar su lenguaje en un escrito o bien partir de sus emociones y sentidos para refutar el caos interno o externo, la cuestión existencial sensitiva tiene la misma valides que los dispositivos narrativos racionales.

La anécdota se mueve en varios niveles el primero que ubico es el sensitivo/emotivo ya Hegel nos hablaba de la “percepción sensible” hasta llegar a la “conciencia desdichada” y para culminar en la “razón absoluta”. El autor de la fenomenología del espíritu siempre tiene alguna sutileza que ayuda a comprender el confuso sistema de relaciones de producción.

De grosso modo la teoría anecdótica sería un ejercicio de esquizoanálisis que implica hacer consciente lo inconsciente, decía el propio Hegel en alguna página de su obra, lo inconsciente es lo que somos es decir animales que tras el proceso de hominización nos volvimos pensantes y más tarde sociales, lúdicos y demás formas que ha adquirido la “especie homo”.

La forma de acercarnos a nuestras historias individuales y sabernos desde ellas es un arduo proceso de ruptura, contar la forma en como hemos vivido puede colocarse desde diversas ópticas, algunas formas de análisis literario nos acercan a ello 1) nuestra procedencia de clase, 2) nuestros espacios geográficos, 3) la cultura, 4) las condiciones políticas y económicas estas son las formas más estructurales que codifican otras que van desarrollándose con forme uno crece y se desenvuelve en la historia general del modo de producción capitalista, el segundo bloque sociohistórico refieren a las posibilidades y condiciones de desarrollo individual como 1) enfermedades mentales, 2) grado de estudios, 3) posibilidades de trabajo, 4) preferencias, identidades, gustos sexuales, etc.

La teoría anecdótica emplea estas estrategias, conocidas ya por los referentes del estructuralismo y posestructuralismo francés, sin omitir la influencia del formalismo ruso y la critica de la vida cotidiana de los años sesenta y setenta. Es hacer asequible una forma de teorizar desde donde nos toco estar, el individuo para muchos marxismos es omitido y silenciado lo que importaba son las masas o la conciencia colectiva de un cuerpo social, dicho esto no quiero decir de ningún modo que eso le pertenece a Marx, él mismo en la ideología alemana desdeñaba la forma en como el idealismo alemán y el hegelianismo de izquierda y derecha subsumían la idea individuo en un estado de abstracción colectiva como la religión, la política y el estado o bien en la filosofía y la idea. Para Marx el individuo transitaba colectivamente a la conciencia histórica de su condición de clase: el ser proletario. Dicho texto tiene las claves para subvertir la abstracción que se ha hecho de la conciencia como conciencia burguesa, es decir la ideología o espíritu del mundo moderno burgués y productor de mercancías.

Para concebir la anécdota desde las claves de la reproducción social y la producción de las relaciones colectivas del capital, es indispensable dar cuenta de uno mismo por tanto me anime a escribir, pero no desde las formas académicas o militantes, sino la de un individuo que vive y actúa en una sociedad especifica: la sociedad de la mercancía. Esto implica no aislar el análisis que sujetos concretos puedan aportar, uno de los mayores logros de la sociedad burguesa es aislar y separar a la clase, eso representa el triunfo de la producción mercantil y la ética del trabajo.

Por tanto, contar anecdóticamente nuestras historias desde las claves de la lucha de clases nos hace visibles situaciones que son una realidad, toda ella consensuada y alucinante en este contexto ahora me moveré hacia ¿por qué el concepto de bizarro puede ser funcional en un análisis marxista? El uso del común de dicha palabra es denostativo, tiene una carga negatividad algo curiosa, lo bizarro es una referencia a lo descolocado, fuera de lugar o bien lo ajeno, lo no conocido, esto produce temores, esta referido a mundos caóticos, obscuros o distorsionados, también se emplea para lo raro y lo extravagante, sin embargo, esas son connotaciones que se han hecho desde la significación del inglés y el francés. La palabra bizarro en el vasco es furioso, valiente, esforzado, airoso y lucido.

Salir de la expresión común de lo bizarro como estrategia me ha permitido construir un enfoque de la anécdota, en mi vida siempre me di cuenta que efectivamente era alguien bizarro, la normalidad y el temperamento dirigido por la educación tradicional/familiar, la escuela y los sistemas represivos/disciplinarios construyen subjetividades que se refuerzan como gestores, administradores, managers y lideres de las sensaciones, emociones y pasiones. La composición de clase es algo interesante en este balance, ya que me entendía más con gente de procedencia proletaria (con todo y sus negatividades criminalidad, violencia machista, subjetividades patriarcales -hombres y mujeres por igual-) frente a espacios y tiempos de reproducción de clase capitalistas como es la clase media, en esta clase la gestión es importante dado que su disciplinamiento les permite conducirse al lenguaje de las instituciones, su sensibilidad se mueve en los imaginarios y representaciones de lo instituido e instituyente, dado que coordinaran el futuro de esos espacios del poder jerárquico y separado.

Yo al no tener ninguno de esos elementos conductuales y por condiciones fisiológicas siempre he estado en la variante de personas con algún estigma social, es decir desde lo outsider o el freak, sin embargo, siempre me gusto ir más allá, al asumir que me daba cuenta de todo trataba de tensionar las situaciones, me atrevía a romper con el consenso cognitivo y emotivo del sentido común. Lo curioso es que no era el único, había otras subjetividades bizarras en ese enfrentamiento, se aludía al enfrentamiento con ese tipo de normalidades.

Considero importante mencionar que esto se debió a que muchxs proveníamos de estratos excluidos de la sociedad, nuestra extracción de clase determinado por el urbanismo capitalista definía muchas cosas como lenguajes en común o estrategias de sobrevivencia desde la precariedad, la informalidad producto del desempleo estructural que marco la vida de muchxs de nosotrxs. Estas situaciones nos acercaron a la búsqueda de alternativas para la fuga o escape de nuestras realidades, todas ellas plagadas por las violencias estructurales desde la familia, la escuela o el barrio. La contracultura resulto ser ese lugar seguro para muchxs, nos encontramos con todo y nuestros problemas, los sabíamos, ese lenguaje sensitivo de que nos identificábamos en lo que ya suponíamos por algo estábamos ahí ¿no?

El punk fue la respuesta, sobre todo la estética desafiante hacia lo establecido representaba un quiebre con esa normalidad, la inclinación de esta contracultura animaba a la rebelión y ruptura con la cotidianidad, con la normalidad consensuada que violenta y margina. El movimiento de jóvenes punk de principio de los años noventa y dosmil fue un lenguaje de contestación de las clases marginales, los sociólogos tienen muchos libros sobre como se forma la subjetividad punk, el discurso es el mismo “jóvenes de clase baja”, “chavos banda”, etc. No van más allá de un análisis representacionista producto de la sociología fenomenológica y del interaccionismo simbólico.

El movimiento anarco punk de esta época para algunos fue descubrir algo más que vestirse excéntricamente, la ruptura estética era necesaria, pero ¿la política? Esto nos radicalizo, lo que fue desarrollándose después fue quiebres dentro de ese espectro identitario, lo interesante de esa época era la alianza con otros freaks al igual que tú tenían ganas de hacer algo y romper el consenso. Ese impulso juvenil a destruirlo todo y construir otro mundo desde las cenizas de ese. Las formas de vida alternativas muy poco desarrolladas y exploradas en México mostraban también un atraso en la lucha de clases, era normal que veinte años más tarde el alternativismo sucumbiera en el capitalismo y sus valores, ya había ocurrido en Inglaterra o Estados Unidos, ergo en esos lugares pervivió la ruptura estética después del punk vino el postpunk, el rock gótico o bien el grunge en ese impasse el techno y la rave como formas de contestación a la recuperación de la industria musical.

La historia es más compleja, pero contextualizando el escenario en el que crecí fue agrandes rasgos ese, yo optaba más por lo externo a lo común espacio diversos y múltiples, centrarme en la escuela era asfixiante para mí, era como recordar mis días en la fabrica de chocolates donde trabajaba de adolescente, los gerentes y supervisores regañándote cuando bostezabas de aburrimiento eran el reflejo del maestro que te regañaba por no poner atención a su clase. La escuela/fabrica más tarde se volvió la escuela/fabrica/cárcel cuando fui detenido en varias ocasiones por la policía, las investigaciones por mi actividad anarquista me recordaban que yo ya era delincuente desde hace muchos años.

La contracultura y el medio alternativo si bien tenia referencias de negatividad y ruptura con lo establecido, tendieron a la normalidad, muchos de estos subproductos de la sociedad mercantil fueron la venta de marginalidad, ahí que mucha “radicalidad” en realidad era la competencia de quien era el mejor vendedor de miseria, se hizo una suerte de mercantilismo miserable de competidores disputándose mercados informales, la subjetividad punk comenzó a volcarse a la especulación bursátil, cada quien quería inflar su precio en el mercado de los hombres sin cualidades. Por lo regular toda subjetividad/identidad es producto del modo de producción capitalista en esta etapa, el consumo/fetiche de identidad había replegado lo importante de esas estéticas: la lucha de clases una vez disuelta la identidad obrera creo otras identidades que se convirtieron en opciones a la carta en un mundo de oferta y demanda, eso sí la mercancía subjetiva comparte con toda mercancía su democratización y popularidad. La subjetividad alternativa en general y punk en particular son producto de la civilización capitalista, por ende, la tendencia al aburguesamiento.

Más allá de mi critica a esa época, en algunos momentos tuvo lucides, sobre todo en pequeños espacios en donde se cuestionaba las influencias del capitalismo en la escena o bien en platicas y charlas con amigos después de la tocada o en alguna fiesta. Muchxs buscábamos seguir cuestionando nuestras realidades, compartir experiencias y estrategias de sobrevivencia.

Muchos veníamos de la mierda y estábamos hartos de ella, yo en lo personal siempre tuve una necesidad de fuga nunca tuve un lugar seguro, siempre vulnerable a las inclemencias de la sociedad era un perro que buscaba morder, la calle, la desolación, el abandono, la pobreza en una sociedad misógina, machista y patriarcal te moldean a una para defenderte esa situación es terrible, debes pelear sino quieres seguir siendo violentado de modo que el ciclo de violencias toman otros matices, violentar ser violentado y violentizado es parte de la construcción de relaciones forjadas por la barbarie capitalista en términos subjetivos, simbólicos, sistémicos y estructurales. En esa situación ¿Qué hacer?

Si bien nadie esta exentó a la influencia de la sociedad burguesa por toda su relación estructural ¿Cuáles eran las posibilidades de fuga o salida? Muchos nos involucramos más tarde a luchas sociales o en marcarnos en la ultima fase del guerrillerismo/insurreccional urbano, la desesperación llevaba a estas estrategias, los años que formaron mi generación comienza con los años inmediatos a la huelga de la UNAM de 1999. El fin de siglo y el nuevo milenio llevaban consigo le triunfo del neoliberalismo y el consenso generalizado de que el capitalismo había llegado para quedarse, sin embargo, luchas sociales emergieron desde 1994 y lo que represento la crisis del tequila en la sociedad mexicana, nuestra generación está formada por este tiempo, la reestructuración capitalista en el neoliberalismo construyó una subjetividad insolidaria, antipática, egoísta, narcisista, cínica y mercenaria.

El quiebre con todo ese estado histórico llevó a un pequeño sector a la radicalidad, jóvenes precarios, abandonados familiarmente y socialmente, descontentos, desengañados por una sociedad que produce miseria, era obvio que pasará, al tiempo que pese a ello muchos no se vieron volcados a la criminalidad o bien hacia el nihilismo político. El ambiente alternativo y contracultural comenzó a reproducir las mismas miserias de las que se quejaba ¿algo iba mal? Claro era la incomprensión de la sociedad de la mercancía y la función del trabajo asalariado y el trabajo domestico como formas de dominación, lo que implicaba era la competencia de egocrátas enfrentados en el mercado de la subjetividad para saberse y ser el “más radical”, la mercancía subjetiva vendía menos cada día, entonces tenían que inflar el conste su miserabilismo existencial.

La clase media comenzó a apropiarse lenguajes que estetizaban su mundo vacío por el lugar que ocupan en la reproducción de clase, dirigirse al “barrio”, “lo popular”, “lo excluido” como forma de legitimar un lenguaje político a la “izquierda” era un practica que se fortaleció desde el declive del consumo de dicha clase, venidos a menos ya no podían pagar el Colegio Madrid o Logos, los hijxs radicalizados de la clase media practicaban el lenguaje de la separación jerárquica entre los cultos universitarios y los barbaros de la clase baja provenientes de barrios marginales, la única unión posible era el interclasismo y el democratismo radical producto de la contrarrevolución reinante y el cotidianismo consumista de la sociedad mercantil que obliga a estetizar la existencia precaria en un contexto del fin del programatismo.

El lenguaje de la ruptura, la tensión y el conflicto no desapareció del todo, se mantuvo marginal, con ello el aislamiento de individuos o sectores radicalizados que por su extracción de clase mantienen una posición revolucionaria tampoco superaron la época, los rackets políticos se volvieron la tendencia general y es obvio, es la forma de la sociedad capitalsita y su organización, la competencia en la venta de la radicalidad seguía vigente. Lo marginal y lo pobre como signo de autenticidad y originalidad no era otra cosa más que la cara opuesta y negativa de la sociedad burguesa en su fase de barbarización.

Aquí la tensión y la contradicción era tan necesaria dado que es una forma de la superación de lo anterior, lo que significa comprender las practicas sociales en particular, con ello la micropolítica de Guattari y Deleuze adquiere sentido, si bien la sociedad capitalista se convirtió en una sociedad de disciplinamiento, esto se ha visibilizado con las tendencias de los feminismos, la denuncia de los micromachismos y las practicas sutiles del patriarcado en la heteronorma fue una avance de la lucha de clases desde 1970, este discurso forjado más tarde también por la perspectiva queer/cuir y las políticas contra la normalidad sexual, se complementaban con las propuestas de la antipsiquiatría. Lo normal era un consenso de dominación, la disciplina representa la subsunción del sujeto bajo las relaciones de producción de valor.

Este contexto me permite enunciar la bizarres como proceso, el quiebre de lo anormal con lo ordinario, lo que representa lo extraordinario lo ajeno para la forma dominante de conducta y existencia. Los espacios agudizaron la critica a la corporeidad, la subjetividad, la cultura, el interclasismo (separación de clase), se propusieron nuevas formas de vida más allá de los estilos, lo que significo un cambio de relacionarse. En este punto es donde comencé a cuestionar mi masculinidad, mi relación con otras masculinidades y sobre todo el punto de quiebre con el patriarcado en mi vida cotidiana.

En México la normalidad masculina implica la subordinación de cuerpos, el consumo de subjetividades y la destrucción del otro, el machismo es un producto histórico de la sociedad moderno/colonial, las violencias masculinas responden a ese proceso de violencia traumática por el despojo de la tierra, lo que implica una herida cultural que afecta la cognitividad y emotividad, el ser hombre implica en la sociedad capitalista/patriarcal el ejercicio de la subsunción real al proceso del trabajo, al tiempo que se emplea la dominación real sobre los cuerpos, el trabajo y el salario son síntomas de la jerarquía y el poder abstracto del estado capitalista como relación social. El hombre reproduce la función del dirigente, el coordinador, el gestor, el supervisor de empresa, su conciencia y emotividad se forja en la administración por ello debe ser frio y calculador, la racionalidad dominante es el ejercicio burocrático, el patriarcado es gestión y control de los mecanismos psíquicos/emocionales, biológicos/reproductivos, recreativos/productivos.

Estas formas de violencia están generalizadas tanto en las burocracias estatales hasta el poder informal del trabajo precario. El efecto de la violencia patriarcal atraviesa mecanismos de control y dominación generalizados. La consecuencia de esto es la vinculación entre sujetos en condiciones históricas determinadas, la violencia patriarcal es estructural, no se abole por invocación o por buenos deseos, la practica feminista de los últimos años han conmocionado toda la podría forma de relaciones entre seres humanos, incluyendo de hombre con hombres. Esto es super importante ya que disolvió el consenso patriarcal en muchos, incluso el silencio fue el mejor aliado para comprender nuestras miserias desde un nuevo enfoque.

En este punto la teoría y practica feminista enseño a pelear en varios terrenos, yo por ejemplo he podido detectar las formas de violencia estructural, simbólica y subjetiva de mi extracción de clase, romper con ese consenso es necesario sobre todo cuando toda la vida te dijeron que no debías llorar, que no debías pedir ayuda, tener una masculinidad espartana y estoica, ser racional o bien saber dominar a otros hombres empleando estrategias de exclusión económica, política, psicológica, corporal, etc. Asumí en la practica muchas de estas cuestiones, me fui alejando de toxicidades y emprendí formas más llevaderas de existencia conmigo mismo y con otros, al tiempo que tensionaba las relaciones que consideré violentas. Algunos también terminaron por el alejamiento debido a sus practicas cómodas desde su “siempre he sido así”, “soy demasiado insensible" o “no puedo conmoverme”, lo llevaron al discurso machista de “eso es corrección política”, es más fácil comprometerse con la normalidad que darle concesiones a la anormalidad, es más cómodo quedarse en esas practicas que cuestionarlas, sobre todo en los medios “alternativos” cuando asimilan dichos discursos -los feministas- es para verse “aliados” o “progres”, sin cuestionar sus practicas cotidianas. Eso siempre me ha producido un poco de malestar, los neomachismos en las masculinidades alternativas que pretenden validar lo hecho por mujeres, en vez de que se queden callados y que sean las propias identidades y cuerpos en disidencia que construyan sus narrativas, esa lógica de la validación de sectores privilegiados y la concesión me parece desagradable.

Las practicas de lo anormal siempre me produjeron interés, me siento inclinado tendencialmente hacia esas expresiones, el encontrarme con otra bizarres me parecía lo más estimulante de la vida cotidiana bajo el capitalismo, rompen el consenso y el sentido común. Mi bizarres y la ajena me orillaron a construir procesos de bizarrización, en ello he encontrado alianzas para resistir este mundo. Como he enunciado en toda esta serie de Marxista Bizarro mi historia personal esta expresada en todas las tragedias de este mundo, las he sentido en carne propia, de modo que colocarme en el mundo de lo normal me parece tan insano, en el he visto la amenaza a la reducción del cuerpo, al sometimiento sexual, a la violencia gestora de relaciones de hombres que se aprovechan de su poder para someter a otros cuerpos tanto de hombres y mujeres, hasta disidencias sexuales.

Yo siendo pobre, enfermo mental y físicamente con una malformación con toda la violencia estructural desde la familia hasta los trabajos formales e informales, lidie depresivamente contra todo eso, estudie la universidad y demás en condiciones terribles, mi lugar de procedencia criminal y violenta me mostraron que el patriarcado esta en todas partes, desde las calles más marginales de la ciudad de México hasta los barrios más acomodados de la misma.

En condiciones de reflujo de la lucha de clases y de un movimiento comunista emancipatorio, la narrativa de la alternativa y sus guetos es tendencialmente normal, normalizante y normalizado que se convierten en grupúsculos donde administran la miseria del realismo capitalista ¿Dónde encontrar lo bizarro? Creo que es en el quiebre con eso, en ello la amistad es algo necesario, las estrategias de la reprocidad y la apertura real al otro, que siempre es algo fuerte, la sensibilidad disidente y la cognitividad rupturista son elementos necesarios para romper el censo normalizado del capitalismo como relación social.

La amistad me ha salvado muchas veces, estos últimos meses casi pierdo una mano, hoy en día estoy convaleciente dado que perdí la movilidad de la mano derecha en un 70 %. Si el movimiento comunista del siglo XXI como dice Dauvé es un esfuerzo cotidiano contra el capital que intenta superar las relaciones de éste, me parece que hay estrategias de la vida cotidiana como lo dijo Roland Simon en su ultimo texto sobre las luchas de los guetos árabes en Francia que se levantaron no por una reivindicación políticamente correcta desde las consignas de protesta del progresismo y la socialdemocracia, sino que eran actos propiamente de venganza contra la sociedad de la mercancía, en ese proceso cotidiano en “emociones y estadísticas” dice Simon -el proletariado lucha desde su inmendiatidez desde lo que le es familiar- la sensibilidad de clase es justo eso, romper con lo existente por ello que el sentido común siempre llore por los saqueos de jóvenes excluidos y le parezca anormal, la lucha de clases es un proceso también inconsciente como dice Fisher, ahí no solo encontramos aliados, sino amistades como dice Blanchot que construyen la muerte de la civilización burguesa. En ese sentido la amistad te coloca en el conocer a otros, sentirte familiar con ellos y sus tragedias, sus violencias y transitar a un proceso de esclarecimiento que atraviesa la solidaridad, la ayuda mutua, el soporte y la benevolencia sobre el sojuzgamiento, en la amistad el compromiso es la posibilidad de salir y fugarse de las relaciones basadas en la subsunción del dinero y el trabajo asalariado, sino también de escapar y abandonar la violencia patriarcal, en ello el ser bizarro nos coloca en la lucides y la valentía de la noción de la palabra desde el vasco pero también en la connotación inglesa y francesa de extraño y fuera de lugar, para romper con este mundo, creo yo hay que ser un poco bizarros.

 

 

 

 

 

 

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